País Vasco, Burdeos y Navarra (5ª parte: Burdeos)
Después de nuestro día por pueblos de la costa del País Vasco francés, llegamos por fin a nuestro alojamiento en Burdeos. Hemos alquilado un apartamento que está muy bien situado y, además cuenta con parada de tranvía justo al lado, lo que nos da mucha comodidad para visitar la ciudad con el bebé. Se trata de unos preciosos y modernos apartamentos que cuentan con todo lo necesario para pasar una estancia muy agradable en la ciudad, sin duda más que recomendables.
(Podéis
aprovecharos de 15 € de descuento que hay en la anterior entrada
del blog)
Pasaremos en la ciudad tres noches y aprovecharemos para visitar Burdeos y algunas atracciones de la zona que nos han parecido muy curiosas cuando estudiábamos que hacer por Burdeos.
Burdeos es una ciudad portuaria que se encuentra al sudeste de Francia y que es conocida como "la perla de Aquitania" ya que es la capital de esta región. Es
una ciudad sorprendente y muy recomendable para los amantes de la
buena comida y del vino. Entre sus visitas imprescindibles se
encuentra la plaza del espejo del agua, el gran teatro, un paseo por
el Burdeos de la Unesco, el barrio de Saint Pierre y el museo ciudad
del vino. Más tarde nos ocuparemos de todos estos sitios.
Tras
habernos instalado en nuestro apartamento, decidimos salir a cenar.
Es tarde y estamos cansados por el viaje así que buscaremos un sitio
cerca del apartamento y daremos nuestro primer paseo nocturno por la
ciudad. Nos encontramos con que está casi todo cerrado para cenar,
así que andamos un rato hasta que nos topamos con un restaurante
abierto. Se trata del restaurante La
Tupina y dejo aquí el enlace a tripadvisor porque se trata de un
restaurante espectacular. Fue una casualidad toparnos con este sitio
pero cenamos tan bien, que merece una alusión sin duda. El plato de
cordero estaba sencillamente espectacular. Además el sitio tenía
mucho encanto. Pablo se durmió en su carro y los papis disfrutamos
de una agradable velada. Dejamos unas fotitos para poner los dientes
largos. Recalcamos que se come muy bien en esta ciudad, su
gastronomía nos sorprendió muy gratamente.
Con
el estómago lleno damos un paseo hacia el apartamento y a descansar,
que ha sido un día intenso.
Amanecemos en la capital de Aquitania y decidimos visitar algunos
lugares cercanos a la ciudad de los que hemos oído hablar y que nos
apetece conocer. Después de prepararlo todo para pasar el día
fuera, ponemos rumbo a la Duna de Pilat. Se trata de la duna más
alta de Europa y que, además está situada en un enclave maravilloso
con unas vistas espectaculares. Es uno de los parajes naturales más
conocidos de Francia y uno de los sitios turísticos más visitados
de la
costa de Aquitania. La
Duna de Pilat se encuentra en el suroeste de Francia, en el
departamento de la Gironda. Dominando la entrada de la bahía de
Arcachon, en el territorio del municipio de La Teste de Buch, se
encuentra a unos 70 km de Burdeos. Es fácil encontrarla ya que está
muy bien señalizada.
Pero antes de seguir haciendo alusión a la duna, haremos un
paréntesis para hablar sobre los atascos en las autopistas de la
región de Aquitania. Según nos marcaba google maps había unos 70
km desde Burdeos hasta la duna, los cuales podríamos recorrer en 1
hora y 20 minutos.
Al subirnos al coche y poner el GPS el tiempo hasta la duna aumentó
considerablemente, pensábamos que se trataría de un error, pero no.
Al entrar en la autopista nos encontramos con un atasco monumental, y
esos atascos se repitieron en casi todas las carreteras que cogíamos.
Es cierto que, el día anterior cuando llegábamos a Burdeos, ya nos
topamos con uno, pero pensamos que sería algo puntual, pues no. Por
lo que hemos podido leer posteriormente es algo bastante habitual de
la zona aunque seguimos sin saber a qué es debido. Así que si
pensáis recorrer esta zona en coche un consejo, armaros de paciencia
y de agua!
La verdad es que, a pesar de los atascos, es un sitio muy
recomendable para visitar. La duna dispone de un parking que cuesta
entre 6 y 10 € en temporada alta, dependiendo de las horas que se
esté en la zona. Del parking a la duna hay unos 10 minutos andando y
por el camino hay bares, restaurantes y tiendas varias.
A los
pies de la duna hay unas vistas impresionantes y se puede admirar su
gran altura. De mayo a noviembre es posible subir hasta lo más alto
por unas escaleras, aunque también se puede optar por subir a través
de la arena. La bajada también queda a la elección de cada uno,
nosotros bajamos por las escaleras, pero nos quedamos con ganas de
rodar cual coqueta jeje. Desde lo alto de la duna se puede admirar la
bahía de Arcachon.
Tras
la calurosa subida y bajada de la duna, nos refrescaremos tomando y
comiendo algo en los bares que hay antes del parking y ya volveremos
al coche para ir a visitar el turístico pueblo de Arcachon.
Hemos de decir que a Pablo le encanta ir en la mochila observándolo
todo y disfrutó muchísimo en la duna a hombros de su papi.
En
Arcachon daremos un paseo por el puerto y por alguna callecita, pero
hemos de decir que no es un pueblo que nos encantara ni que pensemos
que tiene nada especial. Pensando en todos los atascos que nos quedan
aún, decidimos poner rumbo hacia Burdeos para ir a ver el encendido
de luces de la plaza del espejo del agua.
Tras
descansar un rato en el apartamento nos dirigimos hacia la parada del
tranvía para poner rumbo hacia la plaza del espejo del agua. Esta
plaza es uno de los atractivos turísticos de Burdeos, se trata de la
plaza de la Bolsa y además de su belleza arquitectónica, esta plaza
cuenta con un atractivo mucho mayor, una fuente justo delante que
cuando se llena de agua refleja toda la plaza, de ahí su nombre "El
espejo del agua".
La
fuente, o el espejo como se conoce en la ciudad, fue construido en
2006 y se trata del espejo de agua más grande del mundo. Situado
frente a la plaza de la Bolsa, este espectacular obra alterna efectos
extraordinarios de espejo y niebla.
Además
de su belleza, el sitio también sirve como juego para los niños y
como lugar donde refrescarse del calor. En estas imágenes está
oscureciendo y la gente se centra en el espectáculo de luces,
reflejos y nieblas que ofrece la plaza. Al día siguiente volveremos
y, podréis comprobar como a plena luz del día es una plaza con
mucha vida. Os lo contamos más abajo 👇😉
Continuamos
nuestro paseo por esta preciosa avenida donde, a un lado se encuentra
el río Gaona y, al otro, las preciosas fachadas francesas del siglo
XVIII.
Hay
mucho ambiente en la ciudad, las plazas están llenas de terrazas
colmadas de gente. Muy cerca del espejo del agua hay infinidad de
restaurantes con muy buena pinta. Por lo que podemos observar por
esta zona, es muy típico las bandejas de marisco, así como los
mejillones con patatas fritas que ya os contamos en la entrada
anterior. Hace una velada muy agradable por lo que decidimos
sentarnos en una terraza a deleitarnos de una rica cena burdigalense 😋
Hora
de volver dando un paseo al apartamento y cargar pilas para patearnos
al día siguiente la ciudad.
Buenos
días! Burdeos nos espera. Hoy no hemos madrugado mucho y hemos
remoloneado los tres en la cama, al fin y al cabo también es
necesario, estamos de vacaciones! Tras desayunar y preparar todo lo
que necesitamos para Pablo, echamos a andar por las calles de
Burdeos. Hemos de decir que es una ciudad que nos ha sorprendido muy
gratamente. Perderse por sus calles y plazas y contemplar su
particular arquitectura, es un placer.
Dedicaremos
el día a pasear sin rumbo fijo, dejándonos sorprender por los
edificios, plazas, monumentos y parques que nos ofrece la ciudad. Muy
recomendable el barrio de Saint Pierre, un barrio adoquinado repleto
de preciosas fachadas y plazas llenas de vida, se trata del corazón
histórico de la ciudad con sus antiguas y pintorescas callejuelas.
También
llegaremos hasta el Gran Teatro, una impresionante obra construida en
el siglo XVI.
Es
digno de destacar también los jardines públicos, un lugar de
remanso en medio de la ciudad. Son amplios parques a orillas del río
Gaona donde fluye la vida. Había mucha gente haciendo picnic,
descansando del turismo, así como multitud de actividades para
grandes y pequeños.
Por
la tarde, volveremos a la plaza del espejo del agua para ver su
actividad a plena luz del día. Que contraste la belleza nocturna del
lugar, con la multitud refrescándose durante del día, cual piscina.
Un sitio más que recomendable tanto de noche, como de día.
Volveremos
a relajarnos un rato al apartamento, cenaremos en un restaurante
cercano y nos dispondremos a dejarlo todo recogido para dejar al día
siguiente Burdeos y poner rumbo a Roncesvalles.
Buenos
días. Es hora de decir adiós. Adiós Burdeos, nos ha encantado
visitarte. Hemos disfrutado mucho.
Cargamos
el coche y ponemos rumbo hacia Biarritz. Pasaremos hoy el día allí
camino de Roncesvalles que será nuestro próximo destino. Nos
esperan dos horitas de coche, si los atascos nos lo permiten.
Biarritz es una ciudad MUY turística de la región de Aquitania.
Pongo el "muy" en mayúsculas, porque nos encontramos con
un pueblo abarrotado de gente, donde aparcar en un parking se
convirtió en misión imposible y donde un sitio para comer era algo
muy cotizado. Aún así el pueblo tiene mucho encanto y sitios muy
bonitos que recorrer. Es cierto, que la inmensa cantidad de gente
afea un poco el paseo. Además hacía un día de muchísima calor por
lo que encontrar sitios libres con aire acondicionado era algo muy
difícil.
Tras
un paseo por la zona costera, una rica comida tailandesa y un bañito
en la plaza, decimos adiós a Biarritz y ponemos rumbo a
Roncesvalles, donde nos alojaremos las últimas 3 noches de este
viaje para conocer un poco la Selva de Irati, San Juan pie de puerto
y algunos sitios más que os contaremos en la próxima entrada.
Au
revoir la France. À bientôt.
Si
no vas nunca lo sabrás. Toda aventura empieza con un sí.
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